- septiembre 17, 2019
- Posted by: IMINOX
- Categoría: Construcción
En 1955 se anunció la construcción de un nuevo puente que conectaría Montreal con la costa sur ya que los puentes existentes en aquel entonces eran insuficientes para la cantidad de tráfico que se movilizaba de los suburbios de South Shore hacia Montreal. Inicialmente lo llamaron el Puente de la Isla de las Monjas pero posteriormente fue nombrado Puente Champlain.
Diseñado con 6 carriles, el puente abrió el 28 de junio de 1962 y se convirtió en el puente más transitado de Canadá con más de 50 millones de vehículos al año y alrededor de 11 millones de usuarios que transitan entre Brossad y Montreal, Quebec y el este de Canadá.
Sin embargo, su vida útil fue muy corta. El clima contrastante de Montreal aceleró el daño del puente ya que durante décadas, esparcían sales para el deshielo que atacaron la varilla de refuerzo de acero al carbono, así como al acero utilizado en vigas, pilones y otros elementos estructurales. En 1992 empezaron a sustituir elementos obsoletos y reemplazarlos. En el 2011, el Gobierno de Canadá anunció un presupuesto de $158 millones de dólares para un programa de reparación y mantenimiento ya que aumentaba el riesgo de colapso del puente (dado que el estado de deterioro era monitoreado por 300 sensores). En el 2013, se descubrió una grieta en una parte crítica de la estructura teniendo que cerrar dos carriles. Y entre 2014-2017 se instalaron 94 armazones modulares y seis sistemas de apuntalamiento para estabilizar la condición de las vigas del puente. Finalmente, el 28 de junio de 2019 fue cerrado después de 57 años de vida útil. ¿Se imaginan el costo mantenimiento y reparación?
Pero ¿qué hicieron?… Fue reemplazado por el nuevo puente “Samuel de Champlain” inaugurado el 1 de julio de 2019, con una longitud de 3.4 km y 60.2 m de ancho con 6 carriles para automóviles, 2 carriles adicionales extra anchos para autobuses, dos caminos de usos múltiples de 3.5 m de ancho para peatones y ciclistas. Es uno de los proyectos de infraestructura más grandes de América del Norte y está diseñado para durar 125 años. Se considera el puente más ancho del mundo.
Los diseñadores se enfrentaron a muchos desafíos, principalmente al ambiente de Montreal y la necesidad de utilizar sal de deshielo para mantener el puente abierto en condiciones invernales. Por lo que especificaron tres tipos de acero inoxidable: austenítico 304, dúplex 2101 y 2304, aleaciones que incluyen niveles suficientes de cromo y níquel. Así como concreto de alto rendimiento.
Como este puente es un vínculo económico esencial con el este de Canadá, la durabilidad del mismo la han asegurado con un buen diseño en combinación con la selección de los materiales apropiados. Se hicieron extensos análisis de los costos del ciclo de vida y justificaron el costo/beneficio con el uso de materiales más duraderos como los ya mencionados en todos los elementos centrales. A la larga, se obtendrán ahorros millonarios durante la vida útil del puente debido a que no será necesario realizar reparaciones ni interrumpir el tráfico para hacer reemplazos o mantenimiento correctivo.
El definir 125 años de vida útil en una construcción de esta magnitud se logra al adoptar un nuevo enfoque en la selección de materiales que lleven a la durabilidad y el rendimiento económico a largo plazo, como lo son los aceros inoxidables. Cabe mencionar que este enfoque también incorporó los materiales de concreto de alto rendimiento.
En total se utilizaron 17,000 toneladas de refuerzo de acero inoxidable en el nuevo puente Samuel de Champlain que combina estética y funcionalidad. Gracias al cromo y al níquel que contienen sus componentes, ni el clima tan cambiante, ni las sales de deshielo, ni el exceso de transporte perjudicarán este puente.
En México tenemos un ejemplo parecido, el Muelle Progreso en Yucatán que se construyó en 1941 empleando varilla de acero inoxidable y en 1969, se construyó a su lado otro muelle mucho más pequeño con varilla de acero al carbono que no resistió el paso del tiempo. ¿Qué fue lo que pasó si estaban situados uno al lado del otro y sometidos a las mismas condiciones de un entorno de agua salada, elevada humedad y temperaturas extremas?…
Desde el punto de vista de la ingeniería, ambos muelles estaban expuestos a cloruros, por encontrarse sumergidos en el agua de mar o por estar en zonas que reciben oleaje y salpicaduras; con el paso del tiempo, los cloruros penetraron en el concreto y la varilla de acero al carbono con la que estaba construido el muelle de 1969 empezó a corroerse y el óxido resquebrajó el concreto, aumentando aún más la penetración de los cloruros acelerando la corrosión. De esta forma el muelle no pudo resistir. Por el contrario, el Muelle Progreso contiene varilla de acero inoxidable corrugado austenítico 304 (con aleación de níquel) lo que le ha proporcionado mayor robustez y ha frenado considerablemente la velocidad de la corrosión. A la fecha (2019) el primer muelle construido en 1941 cuenta ya con 78 años de servicio.
La varilla de acero inoxidable tiene una excelente resistencia a la corrosión y es altamente resistente al ataque por cloruros en ambientes muy agresivos.
¿Quieres leer más sobre la varilla de inoxidable?
Referencias Bibliográficas:
NICKEL MAGAZINE. Vol. 34, No. 2, 2019. Págs. 6 y 7.
https://en.wikipedia.org/wiki/Champlain_Bridge,_Montreal_(1962%E2%80%932019)