- marzo 13, 2016
- Posted by: IMINOX
- Categoría: Construcción
Anthony Howe es un artista originario de la ciudad de Salt Lake en Utah, Estados Unidos. Estudió en la escuela de Skowhegan de escultura y pintura y crea esculturas cinéticas al aire libre realizadas con fibra de vidrio y acero inoxidable. El trabajo de realización de estas esculturas inicia con un diseño digital en un software de modelado en 3D desde el cual se pueden enviar las piezas a una cortadora láser con las especificaciones requeridas. Las piezas ya cortadas son trabajadas para tener los acabados necesarios y ser armadas y soldadas.
Howe piensa que la escultura cinética reside en la intersección de la inspiración artística y la complejidad mecánica. La realización de sus piezas se basa en la expresión creativa que parte de un proceso de diseño, combinada con el trabajo de transformación del metal. Su objetivo es alterar la experiencia del tiempo y el espacio, sin embargo, también tiene el reto de hacerlas resistentes a los vientos de 90 kilómetros por hora o a las brisas de una milla por hora y que resistan durante cientos de años.
Estas cualidades de resistencia y durabilidad se las brinda el acero inoxidable ya que sus esculturas están al aire libre y tienen que resistir los cambios de temperaturas, la contaminación y el ambiente marino. Por ejemplo, en el 2014 construyó cinco piezas para la Avenida Madison Barneys en Nueva York; una escultura para un parque en Dubai, otra para Italia y una escultura para clientes privados en Riad, Arabia Saudita. Como podemos ver, todas fueron destinadas a diferentes locaciones con distintas características ambientales y de contaminación. El inoxidable le brinda esa resistencia a la corrosión necesaria ante los niveles de contaminación del tráfico vehicular o de la industria que pueda tener cada localidad, a las sales de la costa o de deshielo (en ciudades de bajas temperaturas con presencia de nieve).
El escultor cinético, como le llaman, actualmente vive en Isla de Orcas en Washington donde ha instalado un parque con algunas de sus esculturas que transforman el movimiento orgánico del mundo natural en el brillo del acero inoxidable por los reflejos del sol y la luz del día, generando un efecto hipnótico en quien las contempla. Su trabajo está inspirado en las formas orgánicas de la vida submarina y de las plantas aunque también en los libros ilustrados de Julio Verne. Al contemplarlas, parece como si el metal se ondulara suavemente reflejando los brillos del entorno con un sonido rítmico.
Impresionante aplicación del acero inoxidable ¿no creen?…Les invitamos a ver esta entrevista con el artista en su taller…
Y el sitio web del artista en el siguiente link: