- febrero 8, 2022
- Posted by: IMINOX
- Categoría: Información Técnica del Inoxidable
El estado de la superficie del acero inoxidable tiene una elevada importancia, no solo por fines estéticos y de apariencia, sino también por la resistencia a la corrosión del material, la cual será mayor cuanto mejor sea el estado de la superficie. Hay una gran variedad de acabados que se pueden obtener directamente de fábrica como el 1D, 2D, 2B, P3, P4, BA, RO® y otros que se obtienen en el taller para restablecer la apariencia del material después de un proceso de transformación o para dar un acabado especial o retoque final al producto.
En este artículo publicaremos las 10 mejores prácticas que recomienda Walter Surfaces Technologies en su Guía Práctica para Acabados para lograr un acabado preciso, maximizar la eficiencia, ahorrar costos (re-trabajo) y garantizar la seguridad del operador.
Práctica 1: Antes de empezar a trabajar un acabado, hay que limpiar.
Es muy importante limpiar la pieza de acero inoxidable para remover contaminantes de su superficie (polvo, grasa, cera, suciedad del taller). Al limpiar se evitará, por ejemplo, embarrar la grasa por toda la pieza, que el abrasivo se atasque y sobre todo, que se produzcan rayones durante el proceso, lo cual necesitará un re-trabajo.
Esta práctica también es la número uno antes de empezar a soldar. Igualmente hay que eliminar todos los contaminantes de la superficie del inoxidable, ya que de lo contrario, se pueden generar defectos en la soldadura (nos referimos a la soldadura también, para enfatizar la importancia de la limpieza en cualquiera de los procesos de fabricación del acero inoxidable).
Práctica 2: Determinar el acabado que se desea obtener.
Los cepillados mecánicos o acabados pulidos se producen por abrasión mecánica. Por ejemplo, un acabado #8 (es el más reflectivo), se obtiene por medio de la aplicación sucesiva de granos finos y un pulido con compuestos de pasta y granos muy finos para remover las rayas previas. Definir el acabado permite organizar el proceso de trabajo, determinar lo que se necesitará en cada paso y evitar pasos innecesarios como el de reparar rayas profundas debido a que el abrasivo utilizado al principio fue demasiado grueso. Estos son los pasos necesarios para llegar a obtener un acabado espejo a partir de una lámina de acero inoxidable con cascarilla.
Práctica 3: Elegir el abrasivo adecuado.
Cuando se tenga que remover soldadura de la superficie, hay que elegir con cuidado el abrasivo ya que uno demasiado grueso puede desgastar en exceso la superficie lo que hará imposible el desvanecido y la pieza se puede dañar. En la siguiente ilustración podemos ver un comparativo de usar un abrasivo demasiado grueso al inicio y de usar el abrasivo correcto.
Práctica 4: Observar los tamaños de granos.
Si en el proceso de acabado se viene de un grano grueso a uno más fino, no es recomendable saltar más de tres granos a la vez.
Práctica 5: Practicar el desbaste cruzado.
El desbaste cruzado es una técnica que se usa en el acabado y pulido que requiere la aplicación de un abrasivo en una dirección perpendicular a la aplicada previamente. Esta práctica es importante porque permite identificar áreas en donde el patrón de rayado previo requiere ser desvanecido. En la siguiente ilustración se muestra cómo se pueden realizar el primer y segundo paso de trabajo.
Práctica 6: Aplicar correctamente el ángulo y presión de trabajo.
El ángulo y presión de trabajo deben ser los adecuados para lograr un buen resultado. Como regla general, debe aplicarse más presión cuando es necesario remover material (por ejemplo, para desvanecer una soldadura) que cuando se pretende obtener un pulido. Aplicar la presión y el ángulo adecuado evita que el material se caliente y previene la decoloración, pandeamiento y desgaste excesivo.
Práctica 7: Usar las revoluciones por minuto adecuadas.
Todas las herramientas eléctricas para acabados son de velocidad variable y cada abrasivo debe usarse a una velocidad específica. Es muy importante respetar las recomendaciones que da el fabricante del abrasivo sobre la velocidad para obtener un resultado perfecto garantizado sin la necesidad de re-trabajos. Al mismo tiempo, esta práctica permitirá que los abrasivos duren más, que no se desgasten prematuramente, que no se cristalicen ni que pierdan su eficiencia.
Práctica # 8: Seleccionar la herramienta adecuada.
Para seleccionar la herramienta adecuada, hay que considerar la forma geométrica de la pieza ya que ésta puede implicar ciertas restricciones. Es necesario buscar que coincida la herramienta con la forma de la pieza para poder realizar correctamente el trabajo. Por ejemplo, una esmeriladora de tubos es mejor para trabajar un tubo circular recto, pero para esmerilar una esquina interior se requerirá una esmeriladora fileteadora para soldadura, y lo más importante, se requiere una esmeriladora de velocidad variable para obtener el mejor resultado.
Práctica # 9: Usar el equipo de protección personal y seguir las medidas de seguridad.
Cuando se trabaja con metal, herramientas eléctricas y abrasivos, la seguridad es el aspecto más importante a considerar, por lo que el operador deberá utilizar correctamente su equipo de protección personal que son: lentes de seguridad y/o careta protectora, tapones auditivos, guantes, mandil y zapato de seguridad.
Al trabajar con una herramienta eléctrica para acabado, se debe colocar una guarda de seguridad para proteger al operario del abrasivo en movimiento, así como de las partículas que se desprenden de la pieza de trabajo. Es recomendable desconectar la herramienta eléctrica antes de montar el producto abrasivo y entre paso y paso, mientras el operario cambia de producto abrasivo.
Práctica 10: Al finalizar el proceso, hay que limpiar.
Una vez que se haya obtenido el acabado deseado es importante remover cualquier suciedad como polvo, huellas dactilares, marcas de manejo, grasas o aceites y proteger la superficie del acero inoxidable. El producto E-Nox Shine de Walter, es ideal para limpiar, abrillantar, y proteger equipo para procesamiento de alimentos, equipo farmacéutico, y cualquier otro tipo de aplicación de acero inoxidable.
Finalmente daremos una recomendación importante: el acero inoxidable y el acero al carbono no se mezclan. El acero al carbono contamina al acero inoxidable por lo que es necesario guardar y trabajar en lugares separados y resguardados uno del otro. Para evitar la contaminación cruzada, hay que evitar usar el mismo abrasivo en ambos materiales.
Para leer más:
Referencia bibliográfica:
La información, fotografías e imágenes fueron obtenidas de:
ACERO INOXIDABLE GUÍA PRÁCTICA paso a paso PARA ACABADOS de Walter Surfaces Technologies México