Las fachadas verdes son una tendencia actual en la arquitectura. La vegetación vertical es más que un adorno ya que las plantas ayudan a bloquear una parte de los rayos del sol que irradian sobre las paredes y hace que los espacios interiores reduzcan la necesidad de aire acondicionado, ahorrando energía eléctrica en un 30% gracias al enfriamiento por la evaporación y la sombra que proporcionan las plantas. Además de mejorar la calidad del aire, las hojas absorben parte del sonido y permiten a la fachada cambiar de colores de acuerdo a la estación del año.
La “ecologización” de los edificios mediante cables, malla y sistemas de sujeción de inoxidable en los que se montan las plantas se instalan fácilmente y requieren de mínimo mantenimiento. Las plantas pueden cubrir todo el edificio o solo algunas partes de la fachada. Los sistemas de jardines verticales en espacios interiores brindan un toque verde de tranquilidad y frescura. Esta tendencia es también una opción de sencilla instalación para las casas habitación.
La ilustración de abajo nos muestra de manera sencilla y clara los tipos de plantas trepadoras y de soportes que se deben utilizar para que pueda desarrollarse de la mejor manera una fachada verde. Hay especies de plantas que se adhieren a la superficie sin ningún tipo de soporte como es el caso de la fachada A y B. Otras se enroscan a través del tallo en el alambre de acero inoxidable de la fachada C, como la Vitis vinífera, mejor conocida como vid, una planta trepadora hortícola que desarrolla unos pequeños órganos para trepar por una superficie (puede llegar a medir 30 metros). En la fachada D y E podemos ver otro tipo de planta escaladora con hojas que requiere otro tipo de sujeción en forma de cuadricula y en la fachada F, plantas trepadoras con tallo y espinas.
¡Tomemos estas ideas para empezar a pintar de verde nuestras ciudades!