Preguntas sobre el acero inoxidable, ¿Qué pasaría si?…

El acero inoxidable ofrece una gama infinita de formas y usos, es un material que promete una larga vida útil. Por muchas razones es la aleación seleccionada como la número uno para muchas industrias, como la alimentaria por ejemplo, en donde no se tienen dudas de que es el mejor material para el almacenamiento y transporte de alimentos.

Sin embargo, es un material que requiere de un análisis y de un estudio al momento de seleccionar el tipo de inoxidable para una determinada aplicación considerando su diseño, proceso de fabricación, condiciones a los que estará expuesta y el régimen de mantenimiento esperado.

¿Qué pasaría si… no selecciono correctamente un tipo de acero inoxidable?

Cuando la selección de un acero inoxidable no se ha hecho correctamente, se puede producir corrosión. Pongamos un ejemplo: la corrosión por picaduras es una forma de corrosión localizada que genera pequeños agujeros en el metal; la siguiente imagen muestra las picaduras en una pieza fabricada con acero inoxidable austenítico 301 la cual fue colocada en un entorno clorado muy agresivo.

En el caso de de esta aplicación, se debió analizar que la pieza requería un acero inoxidable con mayor contenido de cromo y/o la adición de molibdeno que son elementos que le brindan mayor resistencia a la corrosión para tener un buen desempeño en un entorno clorado, como por ejemplo, el austenítico 316L. Por eso, el primer paso es investigar sobre las condiciones a las que estará expuesta la aplicación específica para determinar el tipo de inoxidable que pueda aportar un mejor desempeño.

¿Qué pasaría si… no diseño correctamente la aplicación?

Se pueden generar condiciones corrosivas por la formación de cavidades en las que se estanquen líquidos o suciedad que al quedar atrapados pueden generar el inicio de un proceso de corrosión. Al diseñar, hay que evitar bordes, trampas, ranuras y/o cavidades en donde se pueda acumular la humedad o la suciedad.

A través del diseño también es recomendable lograr formas que favorezcan y permitan el acceso para la supervisión, limpieza y mantenimiento requerido. En la siguiente ilustración podemos ver un diseño horizontal que acumula la suciedad y/o líquidos y por el contrario, un diseño de una superficie inclinada que favorece la limpieza por gravedad.

En la siguiente ilustración vemos un ángulo recto en donde se pueden acumular contaminantes y un ángulo recto con curva sanitaria en donde no se acumularan contaminantes.

¿Qué pasaría si… no limpio el inoxidable?

La acumulación de suciedad puede dar lugar a concentraciones de sustancias que pueden destruir la capa pasiva del acero inoxidable y generar corrosión. La limpieza es necesaria para mantener activo el mecanismo de autorreparación, impidiendo la acumulación de contaminantes como el dióxido de azufre, cloruros, contaminantes ferrosos, entre otros.

Y pueden suceder otras cosas, por ejemplo, una campana extractora de una cocina de un restaurante requiere de una limpieza periódica programada ya que de lo contrario podría perder su apariencia higiénica. Un electrodoméstico o producto de línea blanca en el hogar requiere de una limpieza frecuente si queremos que luzca como nuevo. Un elevador está expuesto al tráfico de usuarios que lo pueden ensuciar de diferentes formas y aún así, su apariencia es buena pero requiere también una limpieza periódica. En las siguientes fotografías podemos ver cómo un electrodoméstico se ensucia con el uso cotidiano y cómo queda brillante nuevamente al ser limpiado.

Todo depende del tipo de aplicación y de un programa establecido de mantenimiento.

¿Qué pasaría si… no elimino las manchas producidas por la soldadura?

Cuando no llevamos a cabo el decapado, estas manchas pueden generar un proceso de corrosión que a la larga pueden volver una estructura vulnerable mecánicamente, además de perjudicar su estética. En las siguientes imágenes vemos una lámina de inoxidable con un cordón de soldadura con las manchas producidas en este proceso, así como la lámina de inoxidable después del decapado, ya sin manchas con una superficie limpia.

¿Qué pasaría si… no selecciono adecuadamente un acabado?

Si elijo un acabado 2B para interiores es muy probable que se vea sucio porque tiene el riesgo de mostrar las huellas dactilares, sin embargo, si lo elijo para exteriores, se puede mantener limpio gracias al agua de lluvia. Para las aplicaciones arquitectónicas se pueden seleccionar acabados con superficies lisas, ya que cuanto más lisa sea ésta, menor será la suciedad que se le adhiere.

Los acabados grabados se usan frecuentemente en lugares públicos ya que disimulan los rayones y otro tipo de daños que pueda sufrir la superficie, lo que favorece a la conservación de su buena apariencia.

El acero inoxidable puede encontrarse en una diversidad de presentaciones comerciales y en una gran variedad de acabados. El acabado cobra gran relevancia ya que el estado de la superficie del acero inoxidable es muy importante no solo por la estética y apariencia, sino también por la resistencia a la corrosión, que será mayor cuanto mejor sea el estado de su superficie.

Les damos algunos tips para la selección del acabado:

• Las superficies tersas dificultan la adherencia de contaminantes y favorecen la limpieza manual y natural por el agua de lluvia, por lo tanto, reducen el riesgo de corrosión.
• Las superficies rugosas acumulan contaminantes y son más difíciles de limpiar, por lo tanto favorecen a la corrosión, sin embargo, como ya lo mencionamos, disimulan rayaduras en diseños que están en contacto directo con alto tráfico de usuarios.
• Para aplicaciones en exteriores se recomiendan acabados poco reflectivos.

¿Qué pasaría si… fabrico componentes de acero inoxidable junto con otros de acero al carbono?

El acero inoxidable se puede contaminar. Si las partículas de acero al carbono se incrustran en el acero inoxidable y luego se exponen a un ambiente húmedo, se pueden generar manchas de óxido, las cuales son antiestéticas y también pueden iniciar un proceso de corrosión. Para evitar la contaminación por el acero al carbono, la fabricación de componentes de acero inoxidable debe llevarse a cabo en un área separada de la de los de acero al carbono.

¿Qué pasaría si… no protejo adecuadamente la superficie del inoxidable durante su almacenamiento y/o transporte?

Si se almacena bajo techo y se cubrió el inoxidable con cartón o papel en combinación con la presencia de humedad, éstos van a absorber la humedad y mancharán la superficie del inoxidable. Si se almacena a la intemperie cubierto de cartón y llueve, sucederá lo mismo. Si se almacena en interior, debe ser en condiciones libres de humedad y si se almacena en exterior, es mejor cubrirlo con una lona impermeable.

Los aceros inoxidables deben estar empacados y embalados con un material impermeable que sirva de barrera o sello, el cual debe estar basado en el tipo, tamaño y peso del producto y debe ser resistente al daño por punción, abrasión, rompimiento y a temperaturas extremas. La envoltura no debe ser corrosiva.

La protección superficial para el acero inoxidable consiste normalmente en una película plástica adhesiva, fácil de aplicar, eficaz para proteger y que se puede retirar fácilmente sin dejar residuos sobre la superficie del inoxidable. Sin embargo, la prolongada exposición al calor, luz solar o presión podrían impedir la remoción de la película. Es preferible reemplazar la película que ha comenzado a desprenderse o deteriorarse, lo cual ocurre generalmente en las orillas, de no hacerlo podría acumularse suciedad o tierra que podría dañar la superficie. En la imagen de la derecha podemos ver cómo la película plástica se levanta de la orilla.

¿Qué pasaría si… utilizo tornillos galvanizados?

Un error común es el uso de elementos de unión que no están fabricados con acero inoxidable como los tornillos galvanizados o remaches de aluminio. Los tornillos galvanizdos pueden oxidarse rápidamente si se utilizan para unir láminas de inoxidable, además, el óxido resultante puede contaminar el inoxidable, crear manchas e inducir al inicio de un proceso de corrosión por picaduras.

Es necesario utilizar elementos de unión como tornillos y tuercas de acero inoxidable para conectar o unir elementos de acero inoxidable.

En las siguientes imágenes podemos ver la corrosión galvánica de remaches de aluminio uniendo láminas de acero inoxidable y elementos de unión de acero inoxidable usados correctamente.

Si tienes alguna duda o consulta sobre el acero inoxidable, contáctanos. Ingresa a nuestra página https://iminox.org.mx/asesoria-tecnica/ en donde tenemos un formulario para que nos comuniques tu duda y nosotros te responderemos. También brindamos asesoría técnica por Zoom, solo envíanos un correo a saladeasesoria@iminox.org.mx para coordinarnos en el horario.